MADRID.- En su DNI figura un tipo distinto. Un futbolista que lo ganó todo con la selección (Eurocopa 2008 y Mundial 2010) que, a los 36 años, no se resigna a decir adiós. Quizá porque esa diferencia también forma parte de Carlos Marchena (Sevilla, 1979), que el domingo se marchó en busca de nuevos mundos. Jugará esta temporada en el Kerala Blasters, en la India, donde existe un dorsal para él. Un premio para seguir luchando para un hombre que en España era “un parado más para el Gobierno” con la diferencia de que él no se apuntó al INEM. “Lo pensé y decidí que no”. Hijo de todo lo que ha leído y de lo que no dejará de leer, Marchena asegura que lo primero que metió en su maleta “han sido los libros. La cultura es mi estilo de vida”. Así que no queda otra que establecer una conversación distinta con él. “Vivir de recuerdos puede ser muy torpe”.
No ha nacido usted para decir adiós.
Bueno, depende, pero está claro que me gusta elegir a mí el momento y todavía no me ha llegado el momento de decir adiós al fútbol. No puedes hacerlo cuando te encuentras bien, te crees capaz y sabes de lo que eres capaz.
El precio es irse a la India. ¿No es alto?
Al contrario. Voy a hacer lo que me apetece o lo que nadie me impone; a mí nadie me ha dicho: ‘Tienes que irte’. Soy yo, he sido yo. ¿Cómo no me va a gustar esta decisión?
¿A los 36 años ya no quería quedarse en España?
Tampoco pretendo engañar a nadie. No he podido. He esperado un año. He sabido esperar. No tenía sentido que siguiese esperando más. Máxime el día que surgió la posibilidad de irse a la India y lo sentí como una tentación.
Es la oportunidad de conocer nuevos mundos.
No. Es la oportunidad de seguir compitiendo: yo no me voy a jugar por jugar. Nunca he sido así y no lo voy a ser ahora. Pero me documenté y me gustó lo que encontré. Tengo compañeros que han jugado en la India y les apetece volver. Sin ir más lejos, Capdevila. Me ha hablado maravillosamente y él no va a engañarme.
Usted tampoco va a engañarme a mí.
No, está claro. Si me voy a la India es por lo que le digo, porque es así. Si alguien piensa que es por hacer turismo, se equivoca porque, además, es una Liga muy comprimida que deja poco respiro.
También puede irse por dinero.
Eso es que usted no conoce lo que se maneja en la Liga india. No, por dinero no es.
"El dinero es muy volátil. Es verdad que hice un patrimonio en el fútbol y que supe cuidarlo. No soy hombre de excentricidades"
Además, ¿qué dinero le va a hacer falta a un campeón del mundo?
Esa es una pregunta delicada, porque el dinero es muy volátil. Es verdad que hice un patrimonio en el fútbol y que supe cuidarlo. No soy hombre de excentricidades. Siempre me preparé para vivir, para seguir trabajando duro el día que dejase el fútbol. Mi vida nunca se despegó de la tierra.
¿Sigue siendo hombre del menú del día?
Sí, claro, ¿por qué no? Soy un tipo normal que me codeé en el mundo de élite. Supe cómo hacerlo, pero eso no me apartó de la normalidad en la que crecí ni en la que prefiero vivir.
¿Leyó esta mañana el periódico?
Uno no puede apartarse nunca de la realidad, de las necesidades que tiene otra gente, porque no todo el mundo está bien. Yo no me muevo en ese mundo, pero sé que existe la angustia de la gente que no llega a fin de mes, el paro... Me muevo en un entorno que no te permite olvidarte.
El último año usted lo ha pasado en paro.
Bueno, he tenido muchas actividades no remuneradas. He estado en muchos frentes, no se lo puede usted ni imaginar. Pero desde que se acabó mi etapa en el Deportivo, hace ya más de un año, lo que le decía, no hubo equipo para mí. Y para el Gobierno, sí, era un parado más.
"Yo no me muevo en ese mundo, pero sé que existe la angustia de la gente que no llega a fin de mes, el paro. Uno no puede apartarse nunca de la realidad"
El fútbol no tiene memoria. Uno de los héroes de Sudafrica yendo cada mes a fichar al INEM. ¿Dónde está la lógica?
El caso es que podía haberme apuntado y lo pensé. Tenía derecho a mi prestación, porque he cotizado muchos años. Pero decidí que no, posiblemente porque tengo una realidad que no es ésa. He de reconocerlo. Hay gente que necesita más ese dinero.
Es usted un personaje público. ¿El Estado no se lo ha agradecido?
También sería un tema largo y delicado. No sé si aquí o ahora porque, sí, es cierto que los futbolistas ganamos mucho dinero, pero también soportamos unas cargas fiscales muy amplias.
El caso es que usted un día se transformó en campeón del mundo.
La gente todavía me lo recuerda por la calle, pero yo les recuerdo que el fútbol sólo tiene presente. Si yo tratase de vivir de los recuerdos me convertiría en un personaje torpe, pesado, y no nací para eso.
¿Nació para triunfar?
Nací para ser un tipo inquieto. Me levanto a las ocho y media de la mañana y cuando me levanto me doy cuenta de que no he parado. Pero soy así. Siempre fui así. Me gusta el arte. Me gusta pintar. Estudié Turismo y ahora estoy estudiando Nutrición, porque mi vida es inseparable de los libros.
A los 18 años debutó con el Sevilla. Hizo prestigio y dinero. ¿Nunca se dejó vencer?
Nada, imposible. Ni siquiera ahora que me he ido a la India. Lo primero que ha caído en mi maleta han sido los libros, porque una cosa ayuda a la otra. Los libros, incluso, me han hecho mejor futbolista, me ayudan a conocer. Es más, me permiten conocer. La cultura, para mí, es un estilo de vida muy recomendable.
"Me gusta el arte. Me gusta pintar. Estudié Turismo y ahora estoy estudiando Nutrición, porque mi vida es inseparable de los libros"
¿Hay muchos futbolistas así?
No lo sé, pero le puedo decir que conocemos a muchos personajes y a muy pocas personas. La experiencia me lo ha demostrado y llevo años en esto.
¿En qué se parece su último gol con el Deportivo, que dio el ascenso al equipo, en su último día hasta ahora de futbolista, con el título de campeón del Mundo?
Son situaciones diferentes, pero la alegría fue similar, porque en ambos casos fue la recompensa al trabajo realizado. En ese sentido no hay diferencia. Siempre trabajé para aprender y el hecho de que un gol me lo demuestre es importantísimo. Todos los goles tienen su motivo.
¿Y la ilusión sigue siendo la misma de ayer?
Creo que sí. O quizá más. Porque cada vez me queda menos y lo valoro más, sea en España, sea en la India, sea donde sea. Por eso ahora la ilusión es total con una única pena: tengo que volver a alejarme de la familia, pero elegí una profesión que es así. Por eso estos días hemos visto alegrarse tanto a Joaquín en el Betis por volver a casa, porque eso no tiene precio, pero...