Desde que nos mergullamos hai unhas semanas no mundo dos libros ilustrados e, en concreto, no universo de Jimmy Liao, as compoñentes deste equipo de biblioteca quedamos absolutamente rendidas á beleza das imaxes e á máxica tenrura que despertan as súas historias. Tanto foi así, que nun ataque de osadía decidimos poñernos en contacto con el a través da súa editorial en España, Barbara Fiore. Esa mesma tarde rexistrabamos no blog unha visita desde Taipei (Taiwan), cidade natal do escritor/ilustrador. Coincidencia?... Pode ser. Ao día seguinte tiñamos un mail confirmando que podiamos usar as súas ilustracións sen problema.
Hoxe, Día dos Namorados, estrenamos cabeceiras nos blogues da biblioteca e do Club de lectura. Agora o dificil vai ser que o contido non deshonre o nivel das ilustracións.
Queríamos dar as grazas igualmente a Lara, a nosa Lara, que foi a deseñadora do debuxo empregado ata agora.
Non nos queríamos despedir nun día como hoxe ser poñer a nota romántica e parécenos adecuado facelo cun poema de Wislawa Szymborska (Premio Nobel de Literatura 1996) co que comeza outro dos libros de Liao, "Desencuentros".
Amor a primera vista
Ambos están convencidos
de que los ha unido un sentimiento repentino.
Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es más hermosa.
Imaginan que como antes no se conocían
no había sucedido nada entre ellos.
Pero, ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?
Me gustaría preguntarles
si no recuerdan
-quizá un encuentro frente a frente
alguna vez en una puerta giratoria,
o algún "lo siento"
o el sonido de "se ha equivocado" en el teléfono-,
pero conozco su respuesta.
No recuerdan.
Se sorprenderían
de saber que ya hace mucho tiempo
que la casualidad juega con ellos,
una casualidad no del todo preparada
para convertirse en su destino,
que los acercaba y alejaba,
que se interponía en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.
Hubo signos, señales,
pero qué hacer si no eran comprensibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace tres años
o incluso el último martes?
Hubo algo perdido y encontrado
quién sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.
Hubo picaportes y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.
Maletas, una junto a otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche el mismo sueño
desaparecido inmediatamente después de despertar.
Todo principio
no es más que una continuación
y el libro de los acontecimientos
se encuentra siempre abierto a la mitad.
De "Fin y principio" 1993.